viernes, 3 de julio de 2009

Sobre túneles y otras obras de faraón

En la ciudad de Badajoz, los cruces de las avenidas Juan Sebastión Elcano (BA-20) con Fernando Calzadilla y Juan Pereda Pila (BA-20) con Avenida de Villanueva presentan en las horas punta problemas de tráfico. El problema surge a las 9 y a las 14 por la mañana y a las 18 y a las 20 horas por la tarde. El Ayuntamiento ha decidido que la única solución es la construcción de un túnel en cada cruce, de modo que los vehículos que circulan en una dirección no tengan que esperar el paso de los que circulan en la otra. Habría dos carriles centrales en la travesía (uno en cada sentido) de la BA-20 que descenderían por debajo de la superficie a una profundidad máxima de 8 metros. Los otros dos carriles seguirían al nivel actual y se encontrarían en el cruce con una gran rotonda central de dos o tres carriles que absorbería los vehículos procedentes de las avenidas que cruzan la travesía. El coste de cada túnel se estima en tres millones de euros, según los datos de hace tres años.

No creo que esta obra farónica, que ya rondará los 7 millones de euros, resuelva el problema del tráfico en Badajoz. Como mucho, y siendo optimistas, resolverá los problemas que surgen en estos puntos concretos, pero el atasco se trasladarán a otro cruce, un poquito más allá o más acá. Digo esto porque las vías son las que son, la ciudad es la es, no caben más coches, sobran miles de ellos y si se desatasca un punto se atascará otro. No aprendemos de los errores.

Hace años, se desdobló la avenida María Auxiliadora, que duró sin atascos unos años. Ahora es un atasco contínuo.

En 2004 se desdobló el acceso a la ciudad por la avenida de Elvas porque había atascos. Ahora no hay atascos ahí, los problemas se han desplazado hasta la rotonda de acceso al puente Real en Valdepasillas y a toda la avenida Sinforiano Madroñero.

Aunque está en servicio, todavía está sin inaugurar el acceso a la ciudad desde las Vaguadas (carretera de Valverde de Leganés). Sin embargo, ya hay vecinos que se quejan porque al final el acceso termina en una rotonda, que, oh sorpresa!, presenta ya atascos.

En mi opinión, los problemas de tráfico no se resuelven solo con obras faraónicas, aunque algunas sean necesarias. Hay que evitar que el coche invada el corazón de la ciudad. No caben más coches y sobran miles de ellos. Los problemas que provocan más de 100.000 coches en una ciudad de 150.000 habitantes no se resuelven con dos túneles. La única solución es que cambie la política de movilidad, fomentando el transporte público, dándole preferencia de paso y mejorando la frecuencia; diseñando itinerarios peatonales y ciclistas atractivos, minimizando las intersecciones de peatones y ciclistas con los coches; impidiendo que el coche pueda acceder a todos los sitios, incluso al interior de monumentos históricos como la Alcazaba o a plazas de vocación claramente peatonal como la plaza Alta; mejorando los equipamientos de los barrios, para que no haya que desplazarse en coche al colegio (¿hay atascos los días que no hay colegio?), al médico, a compar, etc.; impidiendo el desarrollo urbanístico de zonas alejadas de la ciudad, donde los que las habitan viven dependiendo del coche.

Sé que soy minoría, pero no me quiero callar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario